Mujeres
familiares de
deportados

Mujeres con Memoria
Día Internacional de la Mujer 2024

Ana Isabel Crespo, sobrina nieta
deportado de Torrecampo Rufo López Romero

“Su situación tuvo que ser muy dura. Una mujer que se había criado en un pueblo, como Torrecampo, no letrada, que tiene que enfrentarse ante la diatriba de seguir aquí o hacer lo posible para reunirse con su marido, que había sobrevivido a la guerra de Europa y que estaba en Francia”
“Es importante sacar de alguna manera y poner en valor ese esfuerzo de las mujeres. Ellas fueron las que sacaron a los niños, a los animales, a los campos, adelante. Fueron las cabezas de familia”
“Yo si tuviera delante a mi tía abuela Terencia le diría que estoy superorgullosa de ella y me gustaría que lo supieran sus hijas. Tuvo que luchar con un contexto social en contra, con una España hostil, pero tuvo la valentía de salir de aquí para darle una mejor vida a su hijo”

Mª José Santofimia, bisnieta
deportado de Torrecampo Eusebio Crespo Díaz

“Mi familia era muy de mujeres. Se hablaba muy poco de lo que pasó. No se hablaba. Sabíamos que mi bisabuelo muere en un campo de concentración y ahí llega toda mi información. No se hablaba de ese tema. Por miedo, por evitar ese dolor, no lo sé. Ahora me queda la culpa de ¿por qué no pregunté más a mi abuela y bisabuela? ¿por qué no tuve esa inquietud?”
“Esa vivencia (de mi bisabuela) tuvo que ser muy dura. Se queda sola, con una hija y se queda en territorio enemigo, dónde ella ya estaba señalada y tiene que sacar su día a día en un momento en el que las mujeres no valían nada”
“Mi bisabuela era una persona con un carácter muy cariñoso, agradable, divertido, con una sonrisa siempre en la boca, a pesar de lo que sabemos ahora que tuvo que pasar. Lo sufrió ella y puso una cortina delante para que los que viniéramos detrás no tuviéramos que soportar ese peso. Justifico ese silencio por el miedo y para evitarnos ese sufrimiento que ella llevaba a sus espaldas”
“Dar la vida por una guerra perdida, aunque creamos que fue para nada, sí que lo fue, porque gracias a ellos, estamos nosotros aquí”
“Mi bisabuela fue etiquetada de roja o de mujer de un rojo. Tuvo que ser duro. Mi mirada hacia ella es de orgullo, pero también de pena y dolor”

Pura Sánchez
profesora, investigadora y escritora

“La Iglesia católica sirvió de coartada a los Tribunales Militares para castigar la disidencia social y moral de estas “malas mujeres”, “malas cristianas”
“Las mujeres callaban como un acto de defensa por las posibles consecuencias para sus familias. Pero ese silencio, en muchas ocasiones, se rearmó y reconstruyó, convirtiéndose en una memoria militante, una memoria de resistencia contra el olvido. Las mujeres fueron víctimas, pero también resistentes”
“La vida cotidiana de la España de los años 40 estaba soportada por las espaldas de las mujeres. Es de justicia histórica que en ese relato de las mujeres reconozcamos esa heroicidad y resistencia que tuvieron”

Veredas Santofimia, bisnieta
deportado de Torrecampo Eusebio Crespo Díaz

“A día de hoy, las mujeres seguimos enfrentándonos a algunos miedos, pero incomparables a los que sufrieron las mujeres durante el franquismo. Mi bisabuela no tuvo voz, se quedó para ella ese dolor”

Salud Muñoz, bisnieta
deportado de Posadas Francisco Sánchez López

“Viendo lo que está pasando actualmente, hoy más que nunca hay que recordar lo que pasó en España y Europa para no volver a repetirlo”