5 de mayo
de 2025
Manifiesto de la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba y Jaén en el 80 Aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis
A LA MEMORIA DE LOS ESPAÑOLES EN MAUTHAUSEN
El final de la Segunda Guerra Mundial es un aniversario celebrado en muchos países europeos como recuerdo del final de la II Guerra Mundial. Considerado el conflicto más grande y destructivo de la historia fue la consecuencia de la política expansiva llevada a cabo por la Alemania nazi sobre Europa, así como del imperialismo desatado en Japón para dominar el este de Asia y el océano Pacífico. Este afán dominador y totalitario provocó no sólo millones de muertos entre la población civil, sino que conocimos el horror genocida perpetrado en los campos de concentración nazis que acabó con millones de vidas humanas por razón de su etnia, color, orientación sexual, así como por sus creencias religiosas o políticas.
Dentro de este contexto histórico y simbólico, Europa celebra el 80 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Mauthausen y sus subcampos, en el que fueron asesinadas alrededor de unas 100.000 personas.
España, al igual que Países Bajos o Dinamarca, ha elegido el 5 de mayo como Día de Recuerdo para homenajear a los cerca de 10.000 españoles deportados en los campos de concentración nazis, así como al resto de víctimas del fascismo y el nazismo que defendieron valores universales como la libertad, la igualdad y la fraternidad.
No es baladí recordar que conocer nuestra historia es un derecho ciudadano y un antídoto contra cualquier forma de totalitarismo o dictadura. En España, los expertos y las fuentes documentales hablan de una guerra, mal llamada civil, provocada en 1936 por un grupo de militares rebeldes contra el gobierno legítimo que fueron apoyados por una oligarquía que no estaba dispuesta a perder sus privilegios. Fue el golpe de Estado y el mantenimiento del conflicto lo que hizo que la sociedad se polarizara y comenzara una violencia desatada. Además, los rebeldes contaron con unos socios fascistas y nazis que vieron la posibilidad de comenzar en España lo que después desencadenaron en Europa durante la II Guerra Mundial. Los acuerdos de la España de Franco con la Alemania nazi extendieron la política franquista de aniquilación del enemigo al otro lado de los Pirineos, siendo los responsables de deportar a los republicanos españoles hasta los campos de concentración nazis para su extermino.
Se estima que 235.000 personas pasaron por Mauthausen. Al menos 122.000 fueron asesinadas. Entre ellos 7.532 exiliados españoles que había salido de España en 1939 tras la caída violenta de la democracia republicana. El 64% de los españoles que acabaron en este campo fueron fusilados, apaleados, gaseados, ahorcados… o murieron ante las difíciles condiciones de trabajo esclavo y la falta de salubridad en el campo. Entre ellos, al menos, 352 cordobeses y 231 procedentes de la provincia de Jaén. Todos ellos víctimas no sólo del nazismo sino también del totalitarismo, el odio, la intolerancia que definieron a otros regímenes de la época como el que soportó España con 40 años de franquismo.
Hoy, queremos mantener vivos sus nombres haciendo de su legado nuestro compromiso con las causas por las que un día lucharon como el derecho a la educación, a la sanidad, a un salario justo o a unas condiciones de trabajo dignas. La recuperación de la normalidad democrática pasa por reconocer a todas las víctimas también a las directas del nazismo con bandera española en nuestro país. Víctimas que han contado con reconocimiento en multitud de homenajes fuera de nuestras fronteras pero que siguen excluidos de nuestra memoria.
Ahora más que nunca, cuando vemos el avance de corrientes de ultraderecha que pretenden acabar con todos los derechos conseguidos, es necesario que recordemos que la democracia no es una forma de gobierno imperecedera que nos cobija frente a los abusos sin que hagamos nada por ella. Por el contrario, la democracia exige compromiso y acción porque es un lugar de encuentro entre personas que aman la libertad y la justicia. Es un ejercicio de voluntad de aquellos pueblos que no renuncian a los derechos civiles frente a los que tratan de romper la convivencia con odio y burdas soluciones.
De esta manera, apelamos como asociación memorialista a recuperar la dignidad de estas víctimas en nuestro país y en nuestra comunidad andaluza en este 80 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis, rescatando y honrando el nombre y la historia de nuestros vecinos y familiares deportados. No fueron ciudadanos pasivos ante el avance del fascismo porque su compromiso social los llevó a mantenerse fieles al ideal de una sociedad justa e igualitaria.
Una sociedad democrática, madura, ética y justa no puede tener excluidos y olvidados como las víctimas españolas en los campos de concentración nazi que el régimen franquista quiso ocultar llamándolos apátridas. Ni el tiempo lo cura todo, ni el silencio ha dado respuesta en ocho décadas al trauma que vivieron miles de españoles.
La generación actual, ausente de miedo, busca llenar de contenido ese silencio que sus antepasados mantuvieron por miedo o por el deseo de proteger a sus seres queridos. Los nietos y bisnietos de los represaliados, asesinados y olvidados, son hoy en día el símbolo de la memoria, la cual no puede existir sin verdad, justicia y reparación.
Unido al trabajo de estas nuevas generaciones, asociaciones memorialistas como la nuestra tratan de rellenar las páginas en blanco de nuestra historia reciente con la colocación de las llamadas piedras de la memoria en los lugares de nacimiento de las víctimas de los campos nazis, las Stolpersteine, pero también con decenas de proyectos sociales, culturales y de divulgación que nos ayudan como sociedad a seguir educando en valores para que la historia no vuelva a repetirse. Acciones que desmontan los discursos que persisten hoy en día para blanquear el franquismo y seguir escondiendo el nombre de los verdugos y la sinrazón de aquellos que se atribuyeron el don de la superioridad moral.
“Nunca más en ningún lugar”